RESUMEN:
La noción de inteligibilidad es original de Grisez, y no equivale a esencia ni a ratio. Pero está muy relacionada


TEXTUAL:
En el segundo párrafo de la respuesta Sto. Tomás aclara el significado de ?evi-dencia?. No pretende defender un concepto de ?evidencia? en el sentido de que los pre-ceptos básicos de la ley natural sean ?evidentes? aunque nadie los conozca efectivamen-te. Que Sto. Tomás no buscaba eso se ve claramente en el comienzo del tercer párrafo, cuando comienza a determinar ?el orden entre las cosas que son conocidas de todos?. Sin duda existen algunos preceptos no conocidos por el todo el mundo y que son objeti-vamente evidentes (por ejemplo, los preceptos que conciernen a la relación del hombre con Dios: Dios debe ser amado sobre todas las cosas, y Dios tiene que ser obedecido antes que nadie). El hombre puede ignorar estos preceptos porque Dios no está a nues-tro alcance de tal manera que los fundamentos de su amabilidad y autoridad sean evi-dentes para todos. Sin embargo, los principios básicos de la ley natural en general, y particularmente aquellos referidos en esta respuesta, son evidentes para todos los hom-bres.



¿Por qué entonces Sto. Tomás introdujo la distinción entre evidencia objetiva y evidencia sólo para nosotros? Pienso que lo hizo así sólo para aclarar el significado de ?evidencia?, porque él deseaba tratar los principios prácticos que son evidentes en el segundo sentido, que es más pleno que el primero.



La evidencia, efectivamente, tiene dos aspectos. Por un lado, un principio no es evidente si puede ser derivado de otro principio anterior que sea como su fundamento. Por otro lado, un principio sólo sirve como punto de partida de una investigación, o co-mo piedra de toque de la misma, cuando conocemos realmente su carácter no derivable. El aspecto objetivo de la evidencia, inderivabilidad, depende de la ausencia de un tér-mino medio que una el sujeto con el predicado del principio, actuando como la causa de su verdad. Dicho con otras palabras: el motivo que justifica la verdad de la evidencia del principio, es precisamente aquello directamente significado por tal principio, y no una causa extrínseca. El aspecto subjetivo de la evidencia, reconocimiento de inderivabili-dad, requiere que uno tenga tal comprensión de lo que está significado en el principio, que haga inútil cualquier esfuerzo por buscar otra justificación por derivación de un principio superior.



Sto. Tomás expresa los aspectos objetivos de la evidencia diciendo que el predi-cado de un principio evidente está incluido en la inteligibilidad del sujeto; y explica el aspecto subjetivo en el requerimiento de que dicha inteligibilidad sea realmente conoci-da. Estas observaciones pueden inducirnos a confusión, porque nosotros estamos condi-cionados por muchos siglos de filosofía en los que las verdades analíticas (verdades de razón) se oponen a las verdades sintéticas (verdades de hecho). Sólo las verdades de razón son consideradas como necesarias, pero su necesidad es atribuida a su significado, que es considerado como una cualidad inherente a la idea misma que está en el enten-dimiento. Sólo las verdades de hecho se suponen referidas a cosas reales, pero todas las verdades de hecho se consideran contingentes, porque se ha asumido que toda necesidad es de carácter racional. Por lo tanto, el lector moderno tiende a preguntarse: ?¿Estos principios evidentes, de los que habla Sto. Tomás, son analíticos o sintéticos??. Eviden-temente no hay una respuesta en términos que emplea Sto. Tomás a esta cuestión. Él no acepta esta dicotomía entre mente y realidad material, implícita en la distinción analíti-co-sintético. Tampoco introduce un tercer elemento entre ambos, como hizo Kant cuan-do inventó los juicios sintéticos a priori. Más bien Sto. Tomás procede con la idea de que el significado deriva de las cosas conocidas y que las mismas cosas experimentadas contienen cierto grado de necesidad inteligible.



Por lo tanto, que ?el predicado pertenezca a la inteligibilidad del sujeto? no sig-nifica que un elemento de un significado complejo tenga que encontrarse entre otros dentro del complejo. Sto. Tomás no imagina al sujeto como si fuera un contenedor lleno de unidades de significado, cada una de las cuales capaz de formar un predicado. Él considera al sujeto y al predicado como aspectos complementarios de un conocimiento unitario de una única dimensión objetiva de la realidad conocida. Un objeto de conside-ración pertenece ordinariamente al mundo de la experiencia, y todos los aspectos de nuestro conocimiento de tal objeto se fundamentan en dicha experiencia. Por ejemplo, tanto el sujeto como el predicado de la proposición La herrumbre es un óxido, se basan en la experiencia. Nosotros no descubrimos la verdad del principio analizando el signi-ficado de ?herrumbre?; más bien descubrimos que el óxido pertenece a la inteligibilidad de la herrumbre cuando logramos ver que dicha proposición es una verdad evidente (inderivable).



Pero en esta exposición yo he estado utilizando la palabra `inteligibilidad` (ra-tio) que Sto. Tomás utiliza tanto en este párrafo como después en su respuesta. Aquí él dice que en un principio evidente el predicado pertenece a la inteligibilidad del sujeto; después dice que el bien pertenece a la inteligibilidad del fin, y que fin pertenece a la inteligibilidad del bien. Yo acabo de decir que el óxido pertenece a la inteligibilidad de herrumbre. ¿Y qué es una inteligibilidad?



Una inteligibilidad no es meramente el significado con el que se usa una palabra, porque alguien puede usar una palabra, como ?herrumbre?, y usarla correctamente sin comprender todo lo que está incluido en su inteligibilidad. Por otra parte, la inteligibili-dad de un sujeto no incluye todo lo que pertenece a las cosas denotadas por la palabra, porque, por ejemplo, no está incluido en la inteligibilidad del término herrumbre el que haya un poco de herrumbre en el parachoques trasero de mi coche. Quizá alguno podría traducir ratio como ?esencia?; sin embargo mientras toda palabra expresa alguna inteli-gibilidad, no toda palabra significa una esencia. Por lo tanto ?bien?, y menos todavía ?no ser?, no significan esencias, pero sí expresan inteligibilidades.



Una inteligibilidad es todo lo que debería incluirse en el significado de una pala-bra que es usada correctamente, y se entiende usada correctamente si las cosas referidas por ella en ese uso fueran completamente conocidas en todas las maneras relevantes para el aspecto entonces significado por la palabra en cuestión. Por lo tanto, la inteligi-bilidad incluye el significado atribuido a la palabra utilizada, pero también incluye cual-quier incremento de significado que tendría la misma palabra si la realidad denotada por ella fuera más conocida. Una inteligibilidad no tiene por qué corresponder a alguna par-te o principio del objeto de conocimiento, pero la inteligibilidad sí es un aspecto de un objeto conocido sólo en parte pero que se puede conocer mejor. Podríamos imaginar una inteligibilidad como un pedazo de realidad que cabe en el intelecto, aunque el inte-lecto no lo pueda digerir completamente. Una inteligibilidad incluye el significado ac-tual y potencial de una palabra pronunciada por la inteligencia sobre un mundo cuya realidad, aunque naturalmente adecuada a nuestra inteligencia, no está cortada en peda-zos?inteligibilidades. Las inteligibilidades las distinguimos nosotros en el proceso de análisis y las unimos en el proceso de síntesis, procesos que constituyen nuestro cono-cimiento racional.



Por lo tanto, parte de una inteligibilidad puede escapar a nuestro entendimiento, pero no por eso la hemos perdido del todo. El niño que sabe que la herrumbre se produ-ce en el metal ha comprendido una verdad evidente sobre la herrumbre, porque el metal pertenece a la inteligibilidad de la herrumbre. El mismo niño puede no saber que la herrumbre es un óxido aunque el óxido también pertenezca a la inteligibilidad de la herrumbre.



Lo importante que hay que comprender en todo esto es que cuando Sto. Tomás habla de principios evidentes en la ley natural, no se refiere a tautologías derivadas me-diante un mero análisis conceptual (del estilo: Robar está mal, donde ?robar? significa apoderarse injustamente de la propiedad de otro). Más bien, él se refiere a los principios del razonamiento práctico, que son al mismo tiempo los límites de la argumentación práctica ?un conjunto de inderivables principios para el razonamiento práctico. Para funcionar como principios, tenemos que reconocer su carácter inderivable, y este reco-nocimiento depende de una suficiente comprensión de sus términos, esto es, de las inte-ligibilidades significadas por esos términos.


COMENTARIO:
Explicar la noción de inteligibilidad, y que diferencia tiene con las nociones tomistas de `esencia` y de `ratio`. El término `inteligibilidad` es original de Grisez, y suena tan raro en inglés como en castellano. Me parece importante aclarar esto. En este sentido, para Grisez, Sto. Tomás considera que el bien es la primera inteligibilidad que cae bajo la razón práctica


FUENTE:
GRISEZ, Germain: The First Principle of Practical Reason: A Comment (Revista) Natural Law Forum, 10, Ed.Natural Law Forum, 1965 I


FUENTE AMPLIADA:
GRISEZ, Germain: The First Principle of Practical Reason: A Comment Ed. , , 1965


CLAVES: Bienes humanos > Según los neoclásicos > La noción de INTELIGIBILIDADES BÁSICAS