RESUMEN:
El pensar que uno es incapaz de saber nada serio, que la inteligencia es una potencia frustrada, inútil para alcanzar convicciones profundas, es una desgracia. Pero también es absurdo «creer en algo» por creer en algo


TEXTUAL:
p.25 §4 - p.26 §3 (...) nadie debería enorgullecerse demasiado de ser agnóstico: pensar que uno es incapaz de saber nada serio, que la inteligencia es una potencia frustrada, inútil para alcanzar convicciones profundas, es, no cabe duda, una desgracia. Y, sin embargo, hay por ahí centenares de personas que presumen de su agnosticismo y lo defienden con la fe y la pasión del converso; consideran su escepticismo como un dogma, y alardean de no saber nada, de estar a oscuras. ¿Os imagináis a un ciego o a un cojo presumiendo de sus carencias físicas? Todos conocemos personas que llevan sus enfermedades con alegría y con señorío. Pero nos daría risa que hicieran propaganda de ellas, o que se sintieran orgullosos de padecerlas.

No estoy hablando sólo de personas ajenas a la fe cristiana. Muchos católicos parecen contagiados por este vago agnosticismo que hay en el ambiente.

p.27, §5- p.28, §1 Vamos a decirlo claramente: hay que rebelarse contra el escepticismo. Dios nos ha dado una inteligencia capaz de alcanzar la verdad y de descansar en ella; capaz de conocer a Dios: no de abarcarlo de comprehenderlo dirían los filósofos, porque Él es infinito, y toda una eternidad no será bastante para profundizar en su esencia y en su amor (ésa será la gran aventura del Cielo). Pero conocemos su existencia, decimos verdades sobre Él, y somos capaces de entenderle cuando nos comunica su Palabra.



Son gentes de fe, al menos eso dicen; pero se trata de una fe sin contenidos muy precisos, siempre sujeta a revisión, nada dogmática... Una fe “útil” para la vida, que apenas fundamenta nada. Y es que, ya lo decía mi amigo Carlos, “lo importante es sólo creer en algo”. ¿En algo? Más crudamente, podría haberse expresado de la siguiente forma: “lo importante es engañarse con algo; hacer como si creemos en... Los ovnis, en la fraternidad universal, en el equilibrio ecológico, en el futuro..., o incluso en Jesucristo, pero siempre sin pasarse, sin considerarnos en posesión de la verdad”.



FUENTE:
MONASTERIO, Enrique: Pensar por libre, Ed.Palabra, 1996 Madrid


FUENTE AMPLIADA:
MONASTERIO, Enrique: Pensar por libre Ed. Palabra, Madrid, 1996


CLAVES: Ateísmo y agnosticismo > Crítica al agnosticismo