RESUMEN:
Sto. Tomás dice que de algún modo el apetito irascible es un "apetito superior" respecto al concupiscible, porque el bien al que tiende está más próximo a la razón, que el bien al que tiende el concupiscible. El apetito irascible es movido en gran medida por la cogitativa, por la cual instintivamente podemos saber qué cosas nos pueden resultar nocivas y ante las cuales hemos de defendernos.


TEXTUAL:
§4 (...) Y cosa parecida sucede con la parte apetitiva. Pues que el animal apetezca lo que es deleitable según los sentidos cosa que pertenece al concupiscible, es algo conforme con la razón propia del alma sensitiva. Pero que, dejando lo deleitable, apetezca algo cuya conquista se logra con dolor, lo cual pertenece al irascible, le compete en cuanto, de algún modo, toca al apetito superior. Por este motivo, el irascible está más cerca de la razón y de la voluntad que el concupiscible. (*) Y por este motivo quien no domina la ira es menos indecoroso que quien no embrida la concupiscencia, en cuanto está menos desprovisto de razón, como dice el Filósofo en el libro II Ethic. [mejor en VII, 6].

Resulta, pues, evidente por lo dicho que el irascible y el concupiscible son potencias distintas; y cuál es el objeto de cada una; y el modo en que el irascible ayuda al concupiscible, y que aquél es superior y más digno que éste, como lo es también la estimativa entre las demás potencias aprehensivas de la parte sensitiva.

(*) nota de Antonio Osuna Fernández-Largo (n.41, p.410) (...) «La estimativa, o cogitativa en el hombre, puede proponer un objeto no captado en el conocimiento sensible pero sí propuesto como objeto sensible apetecible por ella («facultad perceptiva de las cosas que no inmutan los sentidos», como la oveja percibe al lobo como enemigo y no como este animal de tal color y dimensión, como dice Santo Tomás, Summa 1 q.78 a.4 y q.81 a.2 ad 2). Su ubicación, pues, es el confín entre el conocimiento sensitivo y el intelectivo y, siendo lo supremo del apetito inferior, participa limitadamente de la naturaleza de lo superior. Según eso, la sensualidad puede activarse desde un objeto por los sentidos, o desde un objeto propuesto por la estimativa como potencia superior y cercana al conocimiento intelectual; en el primer caso, tenemos el modo de activar la potencia concupiscible y, en el segundo, el irascible, que es un apetito «superior y más noble» que el concupiscible. El conocimiento de la cogitativa está más cercano y participa en mayor grado de la inteligencia que el conocimiento de los sentidos que perciben lo deleitable o su contrario».



FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 (Libro) , , Ed.BAC, 2003 Madrid Q. SOBRE LA SENSUALIDAD, Art. 2 ¿La sensualidad es una única potencia simple o se divide en varias potencias, a saber, la irascible y la concupiscible? (De Veritate, q.25)


FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Opúsculos y cuestiones selectas, vol. 2 Ed. BAC, Madrid, 2003


CLAVES: Apetitos del hombre > Concupiscible e irascible (relación)