Acto humano > Principios de la acción > Principio racional y principio sensitivo
RESUMEN:
Relación entre bienes básicos, propósitos, y metas. Cómo mueven los bienes básicos a la razón, y cómo mueven las metas a los sentimientos
Relación entre bienes básicos, propósitos, y metas. Cómo mueven los bienes básicos a la razón, y cómo mueven las metas a los sentimientos
TEXTUAL:
Claramente, por lo tanto, existen razones para obrar que no necesitan de razones ulteriores; éstas razones son bienes, bienes que están en el fondo de cualquier propósito. A estos bienes les llamamos BIENES BÁSICOS. Las acciones que son específicamente humanas en sus motivaciones se hacen a causa de uno o más de estos bienes; cada una de estas acciones se elige en vista de uno o más PROPÓSITOS BÁSICOS. Los propósitos básicos son aquellos cuyo logro instanciará inmediatamente bienes básicos. (I.B.) Las emociones no tienen que ver con el bien inteligible como tal, sino con el propósito concreto de la acción, o con algo relacionado con ese propósito mediante una asociación psicológica. (I.C). Algo relacionado con el propósito, presentado por la imaginación, nos inclina a efectuar la acción. (I.C)
Puesto que tanto los motivos racionales como los emocionales pueden afectar al propósito de la acción de diferentes maneras, podemos distinguir dos aspectos en un mismo propósito. Por un lado un propósito es deseado en razón de un bien inteligible; y por otro, ese mismo propósito, es deseado como algo concreto e imaginable. [Primer aspecto: emocional] En la medida, y sólo en la medida, en que es concreto e imaginable, un propósito es emocionalmente deseable. Como objeto de emociones, un propósito es un objetivo particular. A tal objetivo le llamamos META (GOAL). Así pues, un propósito es una META en la medida en que de su consideración se derivan los sentimientos que el agente necesita para efectuar la acción. [Segundo aspecto: intelectual] En la medida en que el propósito de nuestra acción es propuesto no por la imaginación, sino por el conocimiento intelectual, es VOLITIVAMENTE [VOLITIONALLY] deseado. El propósito sigue siendo una concreta situación o estado de hecho. Pero cuando deliberamos sobre efectuar el propósito, el conocimiento proposicional recomienda llevarlo a cabo en razón de un bien inteligible, a fin de cuentas en razón de un bien básico. Si uno elige actuar su propósito, uno espera participar en el bien y lograr así una mayor o menor realización [personal] (o ayudar a otro a participar en tal o tales bienes, y a que se realice). Usamos el término ANTICIPAR (anticipate) para referirnos a la relación entre el conocimiento práctico dirigiendo una acción elegida y guiada racionalmente hacia su cumplimiento y la realización [personal] que el agente espera alcanzar en ella.
Claramente, por lo tanto, existen razones para obrar que no necesitan de razones ulteriores; éstas razones son bienes, bienes que están en el fondo de cualquier propósito. A estos bienes les llamamos BIENES BÁSICOS. Las acciones que son específicamente humanas en sus motivaciones se hacen a causa de uno o más de estos bienes; cada una de estas acciones se elige en vista de uno o más PROPÓSITOS BÁSICOS. Los propósitos básicos son aquellos cuyo logro instanciará inmediatamente bienes básicos. (I.B.) Las emociones no tienen que ver con el bien inteligible como tal, sino con el propósito concreto de la acción, o con algo relacionado con ese propósito mediante una asociación psicológica. (I.C). Algo relacionado con el propósito, presentado por la imaginación, nos inclina a efectuar la acción. (I.C)
Puesto que tanto los motivos racionales como los emocionales pueden afectar al propósito de la acción de diferentes maneras, podemos distinguir dos aspectos en un mismo propósito. Por un lado un propósito es deseado en razón de un bien inteligible; y por otro, ese mismo propósito, es deseado como algo concreto e imaginable. [Primer aspecto: emocional] En la medida, y sólo en la medida, en que es concreto e imaginable, un propósito es emocionalmente deseable. Como objeto de emociones, un propósito es un objetivo particular. A tal objetivo le llamamos META (GOAL). Así pues, un propósito es una META en la medida en que de su consideración se derivan los sentimientos que el agente necesita para efectuar la acción. [Segundo aspecto: intelectual] En la medida en que el propósito de nuestra acción es propuesto no por la imaginación, sino por el conocimiento intelectual, es VOLITIVAMENTE [VOLITIONALLY] deseado. El propósito sigue siendo una concreta situación o estado de hecho. Pero cuando deliberamos sobre efectuar el propósito, el conocimiento proposicional recomienda llevarlo a cabo en razón de un bien inteligible, a fin de cuentas en razón de un bien básico. Si uno elige actuar su propósito, uno espera participar en el bien y lograr así una mayor o menor realización [personal] (o ayudar a otro a participar en tal o tales bienes, y a que se realice). Usamos el término ANTICIPAR (anticipate) para referirnos a la relación entre el conocimiento práctico dirigiendo una acción elegida y guiada racionalmente hacia su cumplimiento y la realización [personal] que el agente espera alcanzar en ella.
FUENTE:
GRISEZ, BOYLE, FINNIS, : Practical Principles, Moral Truth and Ultimate End (Libro) American Journal of Jurisprudence, 32, Ed.American Journal of Jursisprudence, 1987 I.B y I.C
GRISEZ, BOYLE, FINNIS, : Practical Principles, Moral Truth and Ultimate End (Libro) American Journal of Jurisprudence, 32, Ed.American Journal of Jursisprudence, 1987 I.B y I.C
FUENTE AMPLIADA:
GRISEZ, BOYLE, FINNIS, AAVV: Practical Principles, Moral Truth and Ultimate End Ed. , , 3000
GRISEZ, BOYLE, FINNIS, AAVV: Practical Principles, Moral Truth and Ultimate End Ed. , , 3000
CLAVES: Acto humano > Principios de la acción > Principio racional y principio sensitivo
