RESUMEN:
Redescubrimiento del concepto de lo clásico en la interpretación


TEXTUAL:
(...) El progreso de la investigación ya no se entiende en todas partes únicamente como expansión y penetración en nuevos ámbitos o materiales, sino que en vez de esto se atiende más bien a la configuración de etapas de reflexión más depuradas dentro de los correspondientes planteamientos. Por supuesto que aun desde este punto de vista sigue pensándose teleológicamente, bajo el patrón del progreso de la investigación, como conviene al investigador desde siempre. Pero junto a ello empieza a entreverse una conciencia hermenéutica que se vuelve hacia la investigación con un interés más reflexivo. Esto ocurre sobretodo en las ciencias del espíritu que disponen de una tradición más antigua.(...)

Para hacer conscientes estas implicaciones se podría decir quizá lo siguiente: lo clásico es una verdadera categoría histórica porque es algo más que el concepto de una época o el concepto histórico de un estilo, sin que por ello pretenda ser un valor suprahistórico. No designa una cualidad que se atribuya a determinados fenómenos históricos, sino un modo característico del mismo ser histórico, la realización de una conservación que, en una confirmación constantemente renovada, hace posible la existencia de algo que es verdad. Desde luego no es como pretendía hacer creer un cierto pensamiento histórico: que el juicio de valor por lo que algo es llamado clásico quede realmente desarticulado por la reflexión histórica y su crítica a todas las reflexiones teleológicas en el paso de la historia. El juicio valorativo implicado en el concepto de lo clásico gana más bien en esta crítica su nueva, su auténtica legitimación: es clásico lo que se mantiene frente a la crítica histórica porque su dominio histórico, el poder vinculante de su validez transmitida y conservada, va por delante de toda reflexión histórica y se mantiene en medio de ésta. (...)

(...). En el fondo lo clásico no es realmente un concepto descriptivo en poder de una conciencia histórica objetivizadora; es una realidad histórica a la que sigue perteneciendo y estando sometida la conciencia histórica misma. Lo clásico es lo que se ha destacado a diferencia de los tiempos cambiantes y de sus efímeros gustos; es asequible a un modo inmediato, pero no al modo de ese contacto como eléctrico que de vez en cuando caracteriza a una producción contemporánea, en la que se experimenta momentáneamente la satisfacción de una intuición de sentido que supera toda expectativa consciente. Por el contrario, es una conciencia de lo permanente, de lo imperecedero, de un significado independiente de toda circunstancia temporal, lo que nos indica llamar “clásico” a algo; una especie de presente intemporal que significa simultaneidad con cualquier presente.(...)

(...) lo clásico es lo que se conserva porque se significa e interpreta a sí mismo; es decir, aquello que es por sí mismo tan elocuente que no constituye una proposición sobre algo desparecido, un mero testimonio de algo que requiere todavía interpretación, sino que dice algo a cada presente como si se lo dijera a él particularmente. Lo que se califica de “clásico” no es algo que requiera la superación de la distancia histórica; ello mismo está constantemente realizando con su propia mediación. En este sentido lo que es clásico es sin duda “intemporal”, pero esta intemporalidad es un modo de ser histórico.(...)


COMENTARIO:
Vinculado a los conceptos de autoridad y de tradición, el concepto de lo clásico, es decir, del pensamiento humanista perenne que ha sido un patrimonio cultural de la humanidad que , si se le da la importancia intelectual que merece, puede ser una fuente muy rica en cuanto a la comprensión. Por ello Gadamer nos recuerda que dicho concepto no deb ser dejado de lado en la interpretación y que en cambio, considerarlo conlleva a una mejor comprensión de la realidad que se interpreta.


FUENTE:
GADAMER, Hans-Georg: Verdad y Método, Ed.Ediciones Sígueme, 0 Salamanca §354


FUENTE AMPLIADA:
GADAMER, Hans-Georg: Verdad y Método Ed. Ediciones Sígueme, Salamanca, 2003 (1960)


CLAVES: Interpretación > Hermenéutica