RESUMEN:
El pecado de ignorancia consiste en la voluntad de ignorar. Por eso decimos que la ignorancia es pecado, aunque la raíz del pecado se encuentre en la voluntad de ignorar

TEXTUAL:
5. Si alguna ignorancia es pecado, es necesario que dicha ignorancia sea voluntaria, y así tiene a la voluntad como anterior. Pero cuando la voluntad antecede a la ignorancia, [ésta] consiste en la misma voluntad de ignorar el pecado. Luego, la ignorancia no es pecado, sino la misma voluntad de ignorar.

5. A LO QUINTO debe decirse que la raíz de cualquier pecado se encuentra en la voluntad, como se ha dicho más arriba: sin embargo, no se sigue de ello que el acto querido no sea pecado. Por eso decimos que la ignorancia es pecado, aunque la raíz del pecado se encuentre en la voluntad de ignorar.



7. Dice Agustín en su libro Sobre el libre albedrío: No se te imputa culpa si ignoras algo contra tu voluntad, sino sólo si no te preocupaste de saberlo. Luego, la misma falta de preocupación por el conocimiento es pecado, y no la ignorancia.

7. A LO SÉPTIMO debe decirse que la ignorancia absolutamente involuntaria, no es pecado: y por esto es que dice Agustín: "No se te imputa culpa, si ignoras algo contra tu voluntad". Pero por esto que añade "sino sólo si no te preocupaste de saberlo", da a entender que la ignorancia tiene de pecado la negligencia que le antecede, y que no es otra cosa que el no aplicarse el alma al conocimiento de aquello que debe saber.

FUENTE:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal (Libro) , , Ed.Eunsa, 1997 Pamplona q.3 [Sobre la causa del pecado], a.7 [Si la ignorancia es pecado].

FUENTE AMPLIADA:
DE AQUINO, Tomás: Cuestiones disputadas sobre el mal Ed. Eunsa, Pamplona, 1997 (1268)